Los
grupos autóctonos de músicos fueron conocidos en Jalisco desde el siglo pasado
con el nombre de mariachi. El origen de la denominación ha sido muy
controvertido; la explicación más aceptada es la que afirma que desciende de la
palabra francesa marriage que
significa boda. Se afirma que durante la intervención francesa (1864-1867) los
grupos regionales tocaban música festiva en las bodas de los franceses y por
extensión se aplicó el nombre de mariachi a los conjuntos que
amenizaban las fiestas. Los músicos de estos grupos eran apodados mariacheros. Por otra parte, José
Ignacio Dávila Garibi afirma que la palabra deriva de una expresión común en la
región de Cocula, Zacualco y otras partes de la antigua nación de Coca (hoy
Jalisco). Finalmente, Gabriel Zaldívar sostiene la teoría de que mariachi
sencillamente designa el tablado donde se colocaban bailarines y músicos.
La
designación de mariachi no se generalizó hasta el siglo XX, en el momento en
que músicos autóctonos comenzaron a llegar masivamente a la capital. En el año
de 1927, llegó al Distrito Federal el grupo Mariachi de José Marmolejo y su tío
Cirilo Marmolejo, con un grupo formado por “Chonco” Andrade, Salvador Flores, Pablo
González, Casimiro Contreras, Antonio Partidas y Agapito Ibarra.
La novedad de la vestimenta, el porte y el repertorio apenas dado a conocer en la feria de la canción Mexicana (1927), organizado por el Teatro lírico en las calles de Medina, hoy República de Cuba, aseguraron el éxito inmediato del grupo. Sin embargo, pronto todos los músicos, a excepción de los Marmolejos, regresaron a Cocula, Jalisco. Posteriormente, Marmolejo creó otro conjunto en el Distrito Federal, dedicándose casi exclusivamente a tocar sones, con el nombre de mariachi Tapatío Marmolejo. Para el año de 1932, siendo parte del elenco de una radiodifusora, habían conquistado definitivamente al público de la República Mexicana. Ese mismo año pasó por la ciudad de México el músico Silvestre Vargas, pero solo se estableció permanentemente en 1934 cuando ingresó a la XEW.
El mariachi Vargas usaba una nueva dotación instrumental, tanto para los antiguos
y nuevos sones, como para acompañar a los artistas de revista, radio y cine. El
conjunto constaba de cuatro violines, arpa, guitarra sexta, vihuela y guitarrón
de golpe (tololoche). El tololoche era tocado en aquellos años por Gaspar
Vargas, el padre de Silvestre, fundador de conjuntos similares y mariachi desde
1898. La existencia del concepto mariachi ya existía desde finales del siglo
XIX, cincuenta años después de la independencia de México, pero aún no era
música regional o folclórica que nos identificase como mexicanos, estaba
naciendo como patrimonio intangible.
La última modificación importante que sufrió el conjunto tradicional es la integración de la trompeta, antes de la desaparición del arpa y la sustitución de la vihuela por otra guitarra sexta. La adopción generalizada de esta nueva distribución instrumental no se llevó a cabo de inmediato; de 1940 a 1953 era todavía posible encontrar el arpa y la vihuela en los grupos mariachi de Jorge Negrete.
El
agregado de la trompeta fue una modificación que surgió a partir de las
necesidades sonoras de acompañamiento. Es posible que la inclusión de la
trompeta en el mariachi fuese originalmente una imitación de la instrumentación brillante del Septeto típico habanero que venía Cuba, ya que justamente la
influencia de la música cubana en México alcanzaba su culminación por aquellos
años y para 1932 México ya contaba con
excelentes trompetistas al estilo de los cubanos. Esta es, la hipótesis
plausible sobre la adhesión de la trompeta en el mariachi. Quienes aseguran que
esta se debe a la imaginación sonoro-visionaria del dueño de difusoras y hombre
de negocios Emilio Azcárraga añade un improbable lauro a sus muy loables
hazañas.
Así como el repertorio del mariachi consistía casi exclusivamente de sones, en la actualidad el mariachi hace de todo; toca desde valses hasta canciones románticas, pasando obligatoriamente por el bolero ranchero.
Actualmente, el mariachi ha venido a convertirse en el símbolo de la música mexicana, indigentes o de lujo, los mariachis se encuentran en toda la república, lo mismo que en Durango que en Veracruz y Guerrero. Su estilo uniforme de ejecución ha logrado influir no solo en la canción ranchera, sino en la romántica y el bolero citadino. La influencia del mariachi ha trascendido más allá de nuestros límites nacionales. Es posible encontrar mariachis (originales o en la versión local) en Guatemala, Colombia, Venezuela, Argentina, España e inclusive en Japón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario